El PSOE y la edil tránsfuga de Niebla vuelven a bloquear el PGOU

NIEBLA. Tenso, espeso, bronco y polémico fue el pleno extraordinario celebrado el pasado martes en el Ayuntamiento de Niebla, en el que el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) volvió a sufrir, por tercera vez consecutiva, un nuevo revés que mantiene en jaque, según los andalucistas, “el desarrollo del municipio”.

La imposibilidad de sacar adelante el PGOU con el voto de calidad del alcalde, Francisco Viejo, unido a la abstención del PSOE, que supone a efectos prácticos un voto en contra, y al abandono de la sesión de la edil tránsfuga, Adela Romero, volvieron a dejar en suspenso un documento que tiene visos de seguir sin vigencia a lo largo de lo que resta de legislatura.

El portavoz de los andalucistas, Félix Castillo, consumió hasta una hora en exponer el nuevo PGOU y en “desenmascarar las mentiras” vertidas por los socialistas en unas octavillas en la que “trataban de justificar una negativa encubierta al nuevo PGOU”.

El edil del PA recalcó que la elaboración del documento se inició en el 2000 y culminó en el 2005, por lo que “es mentira que alegaran que lo desconocían” para justificar su negativa a aprobarlo en su primera puesta en escena. Castillo también resaltó que todos los informes técnicos y jurídicos son favorables, por lo que criticó que el PSOE se valga de los técnicos para bloquear el proyecto de ‘Los Majalitos’ y ahora no sean vinculantes a la hora de avalar la legalidad del nuevo documento.

Pero lo más grave, según Castillo, fue la manipulación orquestada por la oposición para cuadrar las cifras del suelo urbanizable y modelarlas a sus intereses, afirmando que el aumento del área urbanizable se situaba en los 706.670 metros cuadrados.

Para ello, el PA argumentó que los socialistas contabilizaron como suelo no urbanizable la zona de ‘Lavapiés’ o ‘La Piñuela’, a pesar de ser ellos los que en su día pusieron la contribución de estas zonas como urbanizables, por lo que con estas afirmaciones “considera ilegales las casas asentadas en estos emplazamientos”.

De la misma manera, el portavoz andalucista subrayó que el documento no incumple el decreto de la Junta por el que se incorporan al Plan de Ordenación del Territorio de Andalucía la imposibilidad de que en la vigencia del PGOU se recojan crecimientos urbanísticos superiores al 40% del suelo urbanizable. De hecho, la propuesta iliplense llevada a pleno prevé, según Castillo, “un crecimiento que no llega al 26% de extensión ni al 26% de población”.

La portavoz de los socialistas, Laura Pichardo, defendió la postura de su grupo alegando que su oposición al documento se apoyaba en la normativa aprobada por la Junta de Andalucía y que hacía que el documento presentado ahora “no se ajustara a la legalidad”.

La edil reconoció “su error” a la hora de cifrar la nueva superficie urbanizable, si bien precisó que la zona de ‘Lavapiés’ “es suelo urbano no consolidado, al carecer la misma de infraestructuras”.

De la misma manera recalcó que el aumento de suelo residencial supera el 56% y, por ende, vulnera lo aprobado por el parlamento andaluz. En la recta final de su alocución Pichardo también aportó una propuesta para el PGOU contara con el pleno consenso de la cámara, lo que hizo dilucidar un vía para su aprobación. La misma recogía que una “planificación sectorial, de forma que se vayan ampliando los sectores urbanizables conforme estos se colmaten”.

El alcalde, Francisco Viejo, recordó que el PGOU ha sido redactado por expertos en la materia y avalado por los servicios jurídicos, mientras que la propuesta socialista era meras elucubraciones “políticas”. Ambos se enzarzaron en una tensa disputa dialéctica que finalizó con la llamada al orden.

El único edil del PP, Joaquín Molina, trató de poner calma en su discurso y, rebajando el clima de confrontación, pidió un voto unánime y favorable al Plan. Para ello recordó que el documento no posee un carácter cerrado y que al mismo se le pueden acoplar las enmiendas que se estimen oportunas, poniendo énfasis en señalar que los cuatro informes jurídicos realizados avalan escrupulosamente la legalidad.

El último turno de palabra fue para la ex edil popular, Adela Romero, quien recordó que la aprobación del PGOU no “justifica el carácter extraordinario de la sesión”, a la vez que precisó que el documento aún le suscita “dudas”. Para finalizar su intervención, la edil aseguró que acudía con el ánimo de “votar de forma favorable, si bien después de todo lo oído y en este clima de enfrentamiento decidió abandonar el pleno. Una salida que se produjo mientras era increpada por los asistentes.

Tras su marcha, se abordó el turno de réplica, el cual fue agotado en insultos y reproches, mientras que la votación volvió a confirmar las dificultades que tendrá el municipio para sacar adelante el Plan de Ordenación Urbana, lo que acrecentará aún más la inestabilidad institucional que vive el Ayuntamiento a causa del gobierno en minoría que ostentan PA y PP.

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HUELVA información. Miércoles, 10 de enero de 2007